domingo, 1 de junio de 2014

I

A veces creo que puedo volar, otras veces parece que mis alas se frenan y caigo contra el suelo. Mis sentimientos me guían y yo me dejo llevar por ellos. Solo intento escapar de la sombra que me persigue, solo quiero encontrar la felicidad.

domingo, 9 de febrero de 2014

Buenas noches Carla: capítulo 1

10/2/2014

Nuevo curso escolar, nuevo año lleno de nuevos momentos inolvidables. Momentos que compartir, momentos para reír pero también momentos para llorar. 

Soy Joe Mather, tengo 16 años. Vivo en un pueblo costero del mar Mediterráneo. Hoy ha comenzado un un nuevo año escolar en el instituto. Como ya sabías hoy nos tocaba empezar 1º de Bachiller. Tu querías estudiar por letras sin embargo a mi siempre me han gustado más las ciencias. Me he levantado de la cama y me he vestido. He desayunado, me he arreglado y me he cepillado los dientes. He pasado por al lado de tu portal pero tu ya no estabas esperándome. Me entristeció ver que nadie salía corriendo porque llegaba tarde a clase. No has cumplido tu promesa de ir todos los día juntos al instituto pero siempre estarás presente para mi. Recorrí varias calles hasta llegar al centro escolar. La primera clase ha sido tutoría. Nos han explicado en que consiste bachiller y como debemos enfrentarnos a estos dos últimos años que nos quedan para ir a la universidad. Después me ha tocado lengua castellana. No sabes quien me ha tocado de nuevo, de nuevo El Pecoso, se que no te caía bien. Ahora va de buena persona pero a mi me tiene echado el ojo desde secundaria. Llegó la hora del patio y bajé al banco, ese banco donde podíamos deprimirnos juntos o empezar a llorar de la risa. Es duro no verte ahí cuando llego o no verte venir con esos aires de inteligente y tu melena rubia removida por el viento. He estado con los demás, todo ha cambiado pero es comprensible. Tu marcha ha dejado un hueco vacío en nuestros corazones. No he podido evitar pensar en ti y he acabado llorando en los hombros de Christina. Las cuatro siguientes horas han pasado tan lentamente, parecía que el tiempo no pasaba.

Después de comer en mi casa he ido a la escuela de teatro del pueblo. Como todos los años, el escenario estaba reluciente. Sabía que lo estaría. Entré al lugar de ensayo y no me equivocaba. Siempre llegábamos los primeros, esta vez solo yo. No me había dado cuenta de que yo no era el primero sino una chica nueva que estaba sentada en un taburete. Ella tenía el pelo corto y moreno con unos ojos verdes que me hacían recordar un prado verde en primavera. Nos tuvimos que presentar todos, bueno en realidad solo ella. Los demás nos conocíamos de antes. Se llama Megan  Martínez y se ha mudado desde Madrid aquí. Se que si me hubieras visto mirarla me hubieras pegado un puñetazo pero no pude evitarlo porque ella es hermosa. Cada uno de los actores del grupo de teatro teníamos que realizar un corto sobre un tema libre. Mi monólogo estuvo decidido desde el principio, realicé la interpretación de Peeta Mellark sobre el amor que siente hacia Katniss Everdeen. Siempre he pensado en dedicarme al teatro como profesión, se que nunca te lo dije pero tampoco lo tenía muy claro. Cuando Megan subió al escenario y empezó a interpretar a una mujer que defendía los derechos de la mujer no pude sentir más admiración por ella. Te hubieras llevado genial con esta chica.

Ya en casa me puse a hacer todos los deberes del día siguiente pero los ojos verdes de Megan no me dejaban concentrarme. No parecía la típica chica superficial que se deja llevar por los prototipos de hoy en día. Bajé a cenar y me duché. Me tumbo en la cama y me preparo para dormir.

Voy a empezar a escribir este diario porque se que era tu mayor afición y porque realmente querías vivir esta etapa junto a mi. Desde que te has ido no he parado de pensar que fue culpa mía, que quien tenía que haber fallecido era yo. Se que no te gustaría que pensara así pero no puedo evitarlo. Te quiero demasiado.

Buenas noches Carla.